Si nos fijamos en la evolución reciente del sector ganadero, existe una clara tendencia hacia el fomento de un mayor bienestar animal. La implementación de medidas que mejoren la calidad de vida de los animales está a la orden del día y es una cuestión no solo de ética, sino también de productividad.

Está demostrado: a mejores condiciones de vida, más alta es la producción y mejor la calidad del producto final.

El agua, factor clave

Una de las cuestiones en las que más se ha trabajado a lo largo de los últimos años es la higienización y potabilización del agua. Se trata de un aspecto al que quizás se le prestó poca atención en el pasado, pero cuya importancia ha sido más que demostrada gracias a los avances de la ciencia.

Proporcionar a nuestros animales un agua bien tratada prevendrá la aparición de enfermedades y diarreas provocadas por bacterias y otros agentes patógenos presentes en este elemento. Esto se verá traducido en un aumento de la productividad y de la calidad de esta.

Nuestra propuesta: Dióxido de Cloro

Las opciones que hallamos en el mercado en materia de tratamiento del agua son muchas y diversas. Por ello, es importante conocer las características de explotación ganadera y escoger el mejor producto en consecuencia.

Hoy hablamos del Dióxido de Cloro, un gas generado in situ a partir de la reacción de dos compuestos, con alta solubilidad en el agua y con propiedades viricidas, bactericidas y biocidas muy interesantes. El ClO² cuenta con numerosas ventajas respecto a otros químicos utilizados en la desinfección y el tratamiento del agua. Te las contamos:

  • El Dióxido de Cloro posee un gran poder biocida y viricida en el agua. Su uso cada vez más extendido lo demuestra. Se trata de un compuesto altamente efectivo en materia de desinfección del agua.
  • La solubilidad del Dióxido de Cloro en el agua es del orden de diez veces superior a la del Cloro. Una mayor solubilidad conlleva una mayor impregnación del producto en el agua, lo que ayuda a una mejor higienización y potabilización.
  • No solo es efectivo contra bacterias y virus. También elimina y previene el Biofilm.
  • Elimina los olores y sabores del agua, la vuelve inodora e insípida.
  • Este compuesto previene la formación de subproductos halogenados y dañinos de la desinfección. Un gran punto a favor, si lo comparamos con otros químicos que dejan substancias poco recomendables en el agua.
  • El tiempo de contacto necesario es menor que en el caso de otros higienizantes como el cloro.
  • No depende del pH ni de la temperatura del agua. Al contrario del Cloro, su efectividad no viene marcada por estos factores.

Opciones de generación

La generación de este gas es in situ por la dificultad que ofrece su traslado y almacenaje. En explotaciones de tamaño reducido, la generación del Dióxido de Cloro puede ser manual, con la mezcla de los dos componentes en un depósito.

Aunque se trata de un producto seguro, es imprescindible usar equipos de protección individual en el momento de su generación, para reducir los riesgos de inhalación.

Para explotaciones de mayor envergadura, se recomienda la instalación de un generador automático. Esto consiste básicamente en disponer de un lector del estado del agua continuo, que calcule los valores de Dióxido de Cloro necesarios en función del estado del agua, lo que supone un control total sobre la dosificación del compuesto y reduce los riesgos. El agua recibe, a cada momento, la cantidad necesaria para ser desinfectada y potabilizada correctamente.

En Gestek somos especialistas, tanto en distribución del Kit Generador de Dióxido de Cloro como en diseño e implementación de sistemas generadores de Dióxido de Cloro automáticos.

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